Las parejas felices son los mejores voluntarios

22.10.2020

Es la última puesta de sol que compartimos con Emilie (Francia) y Alberto (España). Durante su fructífero voluntariado con nosotros, nos hemos convertido en aliados y amigos. Esta pareja, enérgica y entusiasta, trabajó incansablemente y más allá de sus obligaciones para que la población más vulnerable de este pequeño pueblo de pescadores se impregnara de un sentido de autoestima y de orgullo por su cultura. Queremos dedicar unos minutos de nuestra tarde a escuchar su opinión sobre nuestros sueños comunes para este pueblo.

P: ¿Cómo describirías a Don Juan?

Alberto: Don Juan es un pequeño pueblo de pescadores con 1200 habitantes, unas pocas calles principales y 3 pequeñas tiendas. Tiene un hermoso patrimonio natural, con una playa increíble, un paisaje inolvidable. Es fascinante descubrir a los pescadores descargando sus capturas por la mañana. Don Juan tiene un ritmo diario tranquilo, y es muy pacífico vivir allí.

P: ¿Tu experiencia como voluntaria de FAMM te ha dado una perspectiva diferente de Ecuador?

Emilie: El voluntariado en FAAM definitivamente nos dio otra perspectiva sobre Ecuador. En primer lugar, pudimos entender el impacto que tuvo el terremoto de 2016 en la vida de las personas. Sinceramente, no nos habíamos dado cuenta de lo duro y terrible que fue este terremoto. Segundo, descubrimos la riqueza de la cultura, la gastronomía y el patrimonio natural de Manabí. Las playas y los paisajes son increíbles, la comida es deliciosa y la artesanía es un verdadero tesoro. También pudimos ver de primera mano un oficio de pesca artesanal muy fuerte en Ecuador. En tercer lugar, esta experiencia nos dio una imagen más realista del machismo en esta parte del país. Está directamente relacionado con el nivel de educación que hemos visto en Don Juan. Gracias a la FAMM, tenemos una sensación mucho más auténtica y profunda de Ecuador.

P: Describan su rutina diaria, algo así como "un día en la biblioteca de Don Juan"

Emilie y Alberto: Un día en la FAAM suele comenzar con clases de inglés para adultos o con el programa de recuperación de lectura, en el que los niños que aún no saben leer acuden a la Biblioteca en busca de ayuda. También íbamos a la escuela local durante el recreo para jugar con los niños en el patio. Nuestra intención era promover una mayor igualdad de género en el uso del pequeño patio de recreo. En el pasado, unos cuantos chicos solían ocupar el terreno para jugar al fútbol mientras las niñas y los pequeños se quedaban observándolos desde la distancia. Normalmente llevábamos algunos juegos como globos o cuerdas de saltar para que todos pudieran participar en los juegos organizados. Esta parte del día fue muy emocionante y fue interesante ver cómo poco a poco la dinámica de género entre niños y niñas empezaba a cambiar hacia la igualdad en el patio. Después de eso, llegó nuestra hora de descanso: ¡el almuerzo y la natación en la playa! Las tardes eran diferentes cada día de la semana dependiendo del tema del día: Lunes: informática; martes: arte; miércoles: música; jueves: educación ambiental; viernes: juegos de mesa. Pero siempre teníamos un momento para leer con los niños. A las 5 de la tarde, la biblioteca cerraba y nos dirigíamos a la playa para ver las hermosas puestas de sol. Durante nuestra última semana en la FAMM, nos invitaron a ofrecer talleres de marketing y ventas en la Escuela Nocturna para adultos. Esta fue una manera tan genial de conectar y conocer a muchas de las jóvenes que han regresado a las aulas que tuvieron que dejar debido a un embarazo adolescente. Cuando salimos de la Escuela Nocturna y volvimos a la Biblioteca, estábamos agotados y felices. Nos fuimos a la cama con la gratificante sensación de haber pasado el día de forma significativa. Este proyecto está cambiando la vida tanto de los habitantes como de los voluntarios.

P: Después de tu experiencia con FAMM, ¿crees que esta ONG es igual o diferente a lo que tú entendías por ONG?

Emilie: Esta ONG es similar a lo que entendemos que deben ser las ONG, ya que su objetivo es llevar a cabo acciones para ayudar a las personas necesitadas. Sin embargo, se diferencia de la mayoría de las ONG porque toda la ayuda y las donaciones van directamente al proyecto. Hemos sido testigos de que cualquier tipo de ayuda externa va directamente al proyecto. Esta es una gran ventaja y la razón por la que definitivamente queremos animar a la gente a contribuir a FAMM.

P: MM: ¿Cree que el propósito de FAMM de empoderar a las niñas y mujeres del norte de Manabí es realista?

Emilie: Creemos que empoderar a las mujeres y niñas del norte de Manabí es necesario y un objetivo perfecto para FAMM. Es absolutamente pertinente trabajar en este asunto. Las mujeres y las niñas necesitan este apoyo para crecer como adultas, para convertirse en madres responsables, en esposas y en mujeres capaces de tomar sus propias decisiones y de creer en sí mismas. FAMM está desempeñando un papel clave para hacer posible este objetivo. También creemos que estos cambios se producirán si el esfuerzo incluye a los niños. FAMM les está ayudando a descubrir "nuevas masculinidades" que les permitirán crecer respetando a las mujeres y a las niñas.

P: ¿Qué opina de la preferencia de la FAMM por las parejas voluntarias?

Alberto: Creemos que es una gran idea recibir parejas como voluntarios. Pueden crear una buena sinergia y ambiente, y compartirlo con los niños. Además, las parejas se dedican a tiempo completo al proyecto mientras están en Don Juan. En nuestro caso, no hay duda de que esta experiencia nos ha enriquecido mucho, como individuos y también como pareja.

La tarde se desvanece lentamente en una noche tranquila y tenemos que despedirnos definitivamente de Emilie y Alberto. Tomarán el autobús a primera hora de la mañana hacia su próximo destino. Los últimos días de su estancia estuvieron llenos de reuniones de despedida en la Biblioteca, en la playa y en nuestra casa. Se derramaron muchas lágrimas, los niños y las niñas se encariñaron con ellos y todos lamentamos su partida. Pero esta es la naturaleza de A mano manaba, dar la bienvenida a los nuevos amigos y enviarlos a su camino deseándoles un buen viaje y un futuro regreso. ¡Gracias, chicos! ¡Sois una pareja maravillosa!